Que junto con las clases empiece el fresquito, y llegue mi amado invierno... volver a los gorritos, las bufandas, los guantes, y las siestas de todos los días, salir los viernes y comer chocolate. Que lleguen las vacaciones de invierno, con mates, películas cine, comida, y mucha joda. Engordar entre mayo y fines de agosto, como me pasa siempre. Que empiece la primavera, las sonrisas de oreja a oreja en todos los rostros rutinarios de siempre, y empezar la famosa cuenta regresiva, costumbre desde que tengo 10 años, para que llegue mi ansiado cumpleaños, otra vez, otro mas, uno mas que pasa sin pena ni gloria, pero el de este año va a ser diferente, cumplo 15, ni mas ni menos, edad amada por todas las minas, la verdad no se por que. Terminar las clases, eso implica empezar el verano gordita, elegir una bikini rescatable, joda, amigos, familia y fiestas, el 25 y el 31, con mi mama loca como todos los años. Hacer nada todo el verano con mis amigas, y volver a donde estoy ahora, una semana de empezar las clases y con una cierta nostalgia/depresión inexplicable. Odio decirlo, pero... escuela, ya te estaba necesitando.
Al fin y al cabo después de tanto odiar las rutinas, mi vida es una de ellas, monótona, de costumbre y bien rutinaria, pero no esta nada mal.